A continuación transcribimos la entrevista publicada por El Correo de Andalucía el pasado 6 de octubre.
Entrevista a Ricardo Sánchez , alcalde de Mairena del Alcor.
Cogió el bastón de mando en el 2011 gracias al apoyo de IU, su socio de gobierno junto al PA, y habla sin tapujos tras tres años en el poder.
Ricardo Sánchez no se anda con chiquitas. El alcalde de Mairena del Alcor, quien cogió el bastón de mando el en 2011 gracias al apoyo de IU, su socio de gobierno junto al PA, habla sin tapujos tras tres años en el poder. La cercanía, la transparencia y la gestión del dinero público han sido sus pilares. Prefiere los hechos a la oratoria. Y cree que los tres partidos saldrán reforzados en las elecciones.
PP, IU y PA, ¿no lo ve un tripartito poco natural?
Siempre nos decían que era un gobierno antinatura. Siempre he pensado que un gobierno local antinatura es aquel que viene impuesto por una dirección provincial o regional de un partido, como así quería el PSOE en 2011. Nuestro tripartito se basa en horas de diálogo, contrastando programas y buscando líneas de entendimiento. Es lo menos antinatura que puede hacer un político.
¿Qué balance hace de estos tres años de mandato?
Teníamos varios frentes que atajar. El primero era el de la transparencia. El hecho de que haya podido existir un gobierno con tres fuerzas tan dispares es reflejo del ansia que tenía la ciudadanía de cambiar los modos de hacer política: opacidad en las contrataciones y un sentimiento de favoritismo en las mismas. Hemos cambiado los procedimientos excluyendo a los políticos de los tribunales de contratación. Todos los ciudadanos tienen los mismos derechos en los puestos que se ofertan.
Hay un segundo frente que es el económico. La deuda era tal que no había día que no hubiera un proveedor exigiendo que se le pagara. Hoy en día no viene nadie, pues hemos pagado 2,7 millones en facturas atrasadas. Hemos conseguido reducir de tal manera la deuda que volvemos a tener capacidad de financiación a largo plazo y podremos invertir. Hemos estado 3 años arreglando la estructura económica del Ayuntamiento, tapando agujeros y ahora es cuando la nave, una vez arreglada, puede volver a izar las velas. Pero primero al enfermo había que sanarlo.
¿Sigue siendo el mairenero crítico con sus gobernantes?
Obviamente, la visión crítica, además de saludable, es necesaria, porque somos responsables de gestionar su dinero. Pero lo que hemos conseguido es volver a tener cercanía con el ciudadano, algo que me propuse al llegar. Todos los miércoles recibo del orden de 15 vecinos en mi despacho y hemos puesto a disposición de los vecinos las redes sociales, que hace tres años ni existían. A través de ellas, recibimos sus demandas y las respondemos lo más rápido posible. Además, hemos instaurado un sistema telemático en el que se puede notificar cualquier incidencia. Notamos que la actitud de ese político, con 20 años de gobierno y la cabeza levantada en plan virrey del Perú, ya no la soporta el pueblo.
¿Se le acercan vecinos diciendo que promete mucho y hace poco?
A nivel de proyectos, hasta que no hay capacidad de inversión no se pueden llevar a cabo. No obstante, hay que decir que nos encontramos en 2011 con una serie de obras inacabadas y paralizadas que hemos acometido, como el Polígono El Gandul o la Casa de la Juventud; el Centro de Empresas o el CEIP en El Prior. Sobre las promesas, la gente ya no nos pedía tanto una obra, sino que los maireneros fueran iguales ante su Ayuntamiento. Y, volviendo al tema de los proyectos, esperamos que este año podamos ya iniciarlos.
¿Se entenderá el zafarrancho de obras justo antes de las elecciones?
No hemos podido hacerlo antes por no tener capacidad de financiación. El techo de endeudamiento superaba con creces el 75% impuesto por Hacienda. Sólo podíamos hacer operaciones a corto plazo. En 2014, destinamos 300.000 euros de financiación propia para actuaciones que, con la que está cayendo, eran destacables. Además, aumentamos en más de 100.000 euros la aportación anual a los planes de empleo; y en más de 90.000 euros los servicios sociales.
En lo que le queda de mandato, ¿Cuáles son las líneas a seguir?
Antes de responder quiero hacer una matización. Sabemos que la imagen del políticos está en mínimos históricos. Creo que, desde el gobierno que encabezo, queremos dar la sensación de cercanía, que hemos trabajado con honestidad y que en la política no vale todo. Con la Ley de Transparencia, publicaré mi sueldo y los ciudadanos verán que cobro menos que cuando me dedicaba a mi trabajo de químico. Pero también hay que saber que en política hay puerta de entrada y de salida. No nos podemos eternizar en política. Cuando lo haces, comienza el vale todo. A nivel local, en los siete meses que faltan, el trabajo irá enfocado a conseguir más dinero para invertir y crear empleo.
¿Teme la irrupción de Podemos?
La entrada en escena de Podemos nace del hartazgo de la ciudadanía a su clase política. Ahora bien: ir a la contra, en este contexto, es relativamente fácil. Proponer alternativas que no sean irreales ni demagógicas, es lo complicado. También nos gustaría saber las personas que están detrás de las siglas, porque hasta ahora sólo conocíamos a Pablo Iglesias y su equipo y poco más. Como demócrata, opino que tiene todo el derecho a presentarse; y las personas que les votan son tan honorables como las que escogen otra opción.
¿Cómo atisba las municipales?
Estamos trabajando bien de cara al ciudadano. Este tripartito,no era necesario por número de votos, ya que entre PP e IU llegábamos a la mayoría, pero vimos conveniente incluir al PA para formar un frente común y tener mayor base social. A la llegada al poder, el PSOE lanzó un panfleto en el que rezaba algo así como «Con el tripartito, peligra todo lo conseguido hasta ahora y el futuro de Mairena». Fue dantesco y dramático. Pero la realidad es diferente. Hemos demostrado eficiencia en la gestión. El mairenero tiene ganas de que se mire por su peseta. Resulta que cuando gobernada el PSOE, las ferias eran deficitarias. Llegamos nosotros y, la misma feria nos arroja un superávit de 40.000 euros; renegociamos el contrato de los seguros de los funcionarios y ahorramos 50.000 euros con las mismas prestaciones. Y así en todo.
¿Confiará de nuevo Mairena en Ricardo Sánchez?
De adivino tengo poco. Soy de ciencias y no soy muy dado a elucubraciones. La gente se ha dado cuenta de que no existe ese miedo de que sin Casimiro no se podía gobernar. Lo que si pediría es que, cuando llegue la campaña, se me juzgue por mis acciones, y no se haga juego sucio.
Fuente: El Correo de Andalucía