El domingo 22

Hay fechas que quedan marcadas a fuego en la historia de los pueblos. El día 22 de mayo de 2011, fue de una de ellas en Mairena del Alcor.
El domingo los maireneros se expresaron claramente por un giro en los modos y en las formas. Por una reforma drástica sobre lo que llevan conociendo 20 años. Han creído necesario el cambio.

Pase lo que pase a partir de ese día, nadie nos puede quitar la enorme victoria moral de sentirnos protagonistas y motores de un momento crucial para la democracia mairenera, porque hemos puesto las bases para la regeneración democrática en nuestro pueblo.

Mis primeras felicitaciones a todo el pueblo de Mairena por superar el índice de participación de anteriores comicios. En una fiesta de la democracia como son las elecciones, es una primera noticia de alegría que los ciudadanos se sientan cada vez más involucrados en participar activamente.

Quiero expresar también mi agradecimiento al Partido Popular en nombre de sus dirigentes,  tanto los actuales como todos las anteriores, por la confianza mostrada en mi persona y la total libertad dada para configurar un equipo de renovación real.

Un equipo compuesto no solo por las personas que han conformado nuestra lista, sino por otros muchos que me han brindado su apoyo y su tiempo sin contraprestación alguna. Solo el convencimiento de trabajar por una causa que merecía verdaderamente la pena.
Un equipo que me ha transmitido en todo momento su ilusión y desinterés, y que hay que considerar en justicia como los actores principales de la gesta conseguida.

Porque permitidme deciros que se ha tratado de una gesta en toda la regla, pues estos días atrás hemos podido observar una pugna muy desigual entre austeridad y profusión de medios, aunque nunca desigual en el ahínco de mi gente. Porque ésta ha sido una gran lección de que la humildad en el trabajo da sus frutos frente a la prepotencia. De que el mensaje del miedo puede vencerse con el de la esperanza. De que hay otra forma de hacer las cosas, otro estilo, más limpio y más honesto.

Mil gracias a todos por saberme transmitir vuestra ilusión cuando las fuerzas han flaqueado. Las físicas, porque las morales gracias a vosotros han estado siempre a tope.

Ahora, con la imagen aún en la retina de la alegría de muchos paisanos nuestros, felices al poder comprobar que el cambio no tiene vuelta atrás, ya solo nos resta ponernos a disposición de Mairena. Con altura de miras y con un único objetivo, el que siempre ha sido: el bien de nuestro pueblo.

Los maireneros y maireneras nos han manifestado claramente que apuestan por el diálogo y el consenso entre fuerzas políticas, tal como ocurrió en los inicios de nuestra democracia, anteriormente al periodo marcado por sucesivas mayorías absolutas.

Espero que todos sepamos estar a la altura de las circunstancias en un momento tan transcendental para Mairena. Es nuestra obligación y nuestro compromiso. No podemos fallarles.