Esta cita del Evangelio según San Juan da título a mi columna mensual de noviembre. Y explico este repentino impulso místico.
Viene a cuenta del acto celebrado el pasado día 5 de octubre, que sirvió de presentación a la nueva emisora de televisión local: Canal 12 Televisión Mairena. Bueno, a la nueva y a la antigua, porque es el único canal televisivo que ha existido hasta el día de hoy en nuestro pueblo.
La pregunta que podría uno hacerse ante tal afirmación es: ¿y por qué no se ha creado antes un canal de televisión en Mairena?. Y la respuesta que yo doy de un modo inequívoco es: porque no se ha querido, que viene a ser lo mismo que porque no interesaba a los anteriores gobernantes municipales.
Más preguntas que cabría hacerse: ¿Y cómo no va a interesar a un equipo de gobierno local una televisión que pueda llevar a los hogares maireneros y a tantas personas con limitaciones físicas (enfermos o mayores) los diferentes eventos deportivos, culturales, religiosos, sociales o de ocio que ocurran en nuestro pueblo o que proporcione una información independiente de lo que acontece? Pues en ese adjetivo anteriormente mencionado se halla la respuesta a esa cuestión: se tenía temor a la independencia informativa. A que se dijeran cosas distintas a la versión oficial de los hechos. Miedo a no dominar todos los cauces de comunicación.
Y tanto es así que la solicitud de licencia para el canal ya existía en el Ayuntamiento desde julio de 2010. Una solicitud a la cual se añadió la de otra empresa para paralizar la primera. ¿Y, hasta cuando esa paralización? Pues no hace falta ser un Séneca para dar con la clave: hasta que apareciera un medio “de la cuerda”, que se controlara desde dentro del Ayuntamiento. Está muy claro, ¿no? Por tanto, cualquier declaración ahora del antiguo alcalde en el sentido de la felicidad que le proporciona la noticia de la nueva televisión local no puede más que sonar a cuento chino. A hipocresía en estado puro.
Es curioso que la crítica de la puesta de largo de Canal 12 viene por parte de quien se encargaba de esa información institucional en el gobierno anterior y que, obviamente, recela de cualquier apertura de medios informativos.
Pero ya no hay vuelta atrás. La televisión local es un hecho que traerá sin duda un plus de transparencia a la gestión pública municipal. Y un mayor número de maireneros podrá disponer de una mayor cantidad de información. Con lo que ello significa: tener más elementos para que cada cual, desde su propia libertad, pueda tomar decisiones y forme su propio criterio.
De ahí el título que encabezaba estos párrafos. Porque sin duda la verdad, nuestra verdad, la que cada uno de nosotros persigue, nos hará más libres.
