6 de Ago de 2024

¿Y ahora cómo salimos de esta? (Parte II: Generando empleo por los empresarios)

Una de las mejores definiciones que he oído de palabra Empresario/a es la de “Generador/a de puestos de trabajo”. Más incluso en la empresaria por la visión social innata que tiene. Y la verdad es que resulta ciertamente irrefutable. De hecho, es precisamente lo que necesitamos en estos momentos de inquietud: Empresarios capaces y solventes que utilicen su talento para crear negocios rentables que creen nuevos empleos y mantengan los existentes. En consecuencia, este artículo de la serie lo dedicaré a los empresarios, ayudado por varias reflexiones sobre la crisis de una de las mentes más brillantes del siglo XX: Albert Einstein.

“Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia”. Resulta curioso que el ser humano tenga que verse el “tajo” realmente malo para apretarse las tuercas. Curioso y triste, pero sin embargo lo hacemos normalmente, y de hecho, tiene gran parte de culpa de que estemos hoy así. En los últimos años los empresarios apostaron por el que parecía que sin duda era el caballo ganador: el sector ladrillero y relacionados. Donde se decía que estaba el dinero. Un negocio cómodo, seguro y muy rentable. Por desgracia luego se comprobó que el caballo, ni era ganador, ni era caballo. Todo se trataba de un vulgar espejismo.

El problema fundamental es que muchos empresarios con gran experiencia y conocimientos, redujeron su imaginación y talento a áreas muy concretas. Se desperdiciaron grandes nichos de mercado y negocios con inmejorables perspectivas, mientras que en otros lugares sí que los aprovecharon. Qué le vamos a hacer, a lo hecho, pecho. Asumamos que las cosas han cambiado. No queda otra.

Sin embargo, la consecuencia peor no es haber desperdiciado otras oportunidades, sino que se fue perdiendo poco a poco la habilidad de innovar. La capacidad de encontrar nuevos mercados y de mejorar constantemente la productividad pasaron a un segundo plano, o más allá. Surge entonces la que verdaderamente es la cuestión principal, ¿ahora sabremos hacerlo?. La respuesta es una elección personal. Citando al gran científico: “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”.

Sé que suena duro de conseguir. Más aun cuando muchos de estos empresarios tienen que hacer encajes de bolillos para pagar las nóminas y deudas a fin de mes. Sin embargo, no queda otra: Renovarse o morir. En el escenario actual, o intentas crecer y hacer más rentable tu negocio o te hundes. Resulta claro que el fomento y colaboración en las tareas de renovación por parte de las administraciones públicas es vital, pero este tema lo trataré con detalle en el siguiente artículo de la serie. Los pasos principales han de venir por los mismos empresarios.

Es evidente que los mecanismos de innovación y renovación no pueden generalizarse para todos los tipos de empresa, pero sí que existen muchos que pueden ser comunes. Describo a continuación algunas medidas que podrían aplicarse:

  • Ampliación de mercados:
    • Desarrollar nuevos productos y mejorar la calidad de los existentes, pudiendo esto suponer el cambio de la base misma del negocio (por ejemplo de taller a fábrica).
    • Buscar nuevos clientes mediante el marketing estratégico.
  • Productividad:
    • Mejorar los procesos de producción mediante la reingeniería de procesos.
    • Formar y motivar intensivamente a los empleados para que amplíen y mejoren sus capacidades.
  • Ahorro:
    • Reducir gastos superfluos, por ejemplo en telefonía, transportes o gasto energético innecesario.
    • Disminuir el coste de  financiación y de materia prima mediante la búsqueda de nuevos proveedores o negociación con los anteriores.

Concluía Einstein: “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. En efecto, es la imaginación la que permitirá la expansión de las empresas. Es la imaginación la que permitirá reducir los costes. Es la imaginación la que permitirá ser más eficientes. Es la imaginación la que permitirá que sean rentables. En definitiva, es la imaginación la que generará empleo.

2 comentario en “¿Y ahora cómo salimos de esta? (Parte II: Generando empleo por los empresarios)

  1. Ese paso es el que tendremos que dar ante la actual situación, porque cuando no te contrata ni lo público ni lo privado, no queda otra que tirar de imaginación y plantearse un futuro arriesgando, buscarse la vida y encima sin dinero, porque no hay donde rascar, ni paro, ni ayudas, pero al menos le pondré mi tiempo, mi conocimiento y mi ilusión.
    A ver si nos das una alegría Ricardo y los maireneros te dan la oportunidad de traer esperanza a nuestra tierra.

    1. María, ¡¡cuanta razón tienes!!

      Me alegra mucho que estés dando ese paso. Sólo te añado algo: procura rodearte de gente buena de verdad con la que desarrollar y compartir tu viaje. Verás como con esfuerzo y gente capaz a tu alrededor todo se va cumpliendo.

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