Os comparto el texto que he elaborado para la Revista Saboreando editada especialmente para la Feria de Mairena, espero que os guste:
«Pasa la vida, pasa la vida y no has notado que has vivido cuando pasa la vida.»
Porque vivir está en nuestra esencia, y esa misma es la esencia de nuestra Feria. Es así. La Feria de Mairena como paradigma de vida. De querer vivir y no solo sobrevivir. De querer disfrutar de la existencia y no solo soportarla. De apurar los motivos para sonreír y enterrar los motivos de desdicha.
Serán cuatro días para dejarnos infectar por una epidemia colectiva cuyos signos externos han de ser la sonrisa contagiosa, el abrazo fácil y una voluntad obstinada en no dejarnos apenar por cualquier circunstancia ajena a lo que se respira en el recinto ferial.
Para ello haremos de ese recinto una alcazaba inexpugnable construida de música, luz y color, con su torre mayor y sus dos torres vigías, una a cada lado, como centinelas encargadas de custodiar el ambiente de diversión y convivencia que en su interior se vive.
Torreones para velar porque nada pueda entrar de fuera que turbe esa atmósfera ensoñadora de gozo. A ninguna miseria que arrastra el día a día debe permitirse el paso. Porque es precisamente lo cotidiano lo que debe dejarse atrás en la Feria.
A eso animo. A que dejemos en nuestras viviendas habituales las preocupaciones y sinsabores del año y nos traslademos a ese otro hogar engalanado de farolillos, un espacio común de entendimiento y tolerancia, en el que durante unas jornadas brille la luz de muchas sonrisas.
“Pasa la vida, tus ilusiones y tus bellos sueños, todo se olvida”.
Pero en nuestra Feria se trata solo de olvidar las ilusiones y sueños para que renazcan en la próxima primavera, cuando bajo un cielo de guirnaldas de bombillas volvamos a hacer porque no se nos pase la vida.
El rollo de la Tajea. Abril13. #FeriaMairena http://t.co/pSl7V9TLom