29 de Jul de 2024
Ricardo_Tajea - 150

El rollo de la Tajea. Diciembre 2013: «El insulto boomerang»


No es mi ánimo que esta columna traiga mal ambiente, máxime cuando acabo de leer a la hora de escribir estas líneas que por primera vez baja en España el paro en un mes de noviembre en 17 años. Buen dato para ayudar a subir la moral.

No es mi ánimo cuando esta misma tarde se entrega un borrador de Presupuestos municipales de 2014 a la oposición, en el que haciendo bien nuestro trabajo, que no es otro que gestionar de la mejor manera posible los intereses de nuestros paisanos, hemos podido incrementar el mismo en más de 600.000 euros. Unos presupuestos que contemplan un incremento notable en partidas como Fomento del Empleo, Educación o Servicios Sociales, patas angulares para una mejora en las condiciones de vida de nuestros ciudadanos.

Debo tener un ánimo de más positividad cuando a diferencia de otros muchos municipios, que se contentan con mantener las plantillas y poder pagar las nóminas, seremos capaces de acometer inversiones productivas para nuestro pueblo.

Cuando estamos a punto de cerrar un año en que muy al contrario de lo que algún agorero pronosticaba , no solo se mantienen los servicios públicos sino que son mejorados en muchos casos: limpieza viaria, oferta cultural, refuerzo de la seguridad ciudadana, autobús urbano o rapidez de respuesta a los avisos de incidencias urbanas.

Considero que es prescindible escribir cualquier cosa que pueda contribuir a dañar el clima de tranquilidad que puede respirarse en Mairena pese a la que está cayendo. Un clima social que puede que haya quien quiera romper siguiendo el dicho de que a río revuelto, ganancia de pescadores. Desde luego ese tipo de “pescadores” poca falta hacen en Mairena.

Toda esta disertación es un preámbulo para indicar que no me interesa contestar al que se dedica a insultar. Porque el insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.
El insulto es una especia de boomerang que normalmente se vuelve contra el que injuria. Es, en muchas ocasiones, un espejo que destapa la propia realidad de quien lanza improperios.

“Fascista” profirió el individuo. Lo busqué en el diccionario y aparecieron tres definiciones: 1) Perteneciente o relativo al fascismo, 2) Partidario de esta doctrina o movimiento social, y 3) Excesivamente autoritario.

Como no creo que la referencia sea a Mussolini (aunque la gente que es pasado suele permanecer anclada en el pasado), hay que pensar que la mención es referente a un autoritarismo extremo. Siempre he relacionado el autoritarismo con las formas caciquiles y el abuso de poder, y la verdad, no me veo yo en ese papel. Puestos a poner ejemplos considero que le vendría mejor el apelativo de fascista a alguien que se haya dedicado a ir y venir a su casa o a la universidad o adonde se tercie en un coche oficial. Sí, de esos que son pagados con el bolsillo de los ciudadanos de a pie. Y que encima, pillado con las manos en la masa, ni siquiera haya pedido perdón. Pero claro, no veo yo a un fascista pidiendo perdón.