#indignada. mar12

Cuando la indignación se organiza de una manera activa e integradora, se aprovecha la denuncia ciudadana para mejorar las cosas, no para vociferar y destruir. Me refiero a lo positivo que ha traído a nuestro país, algunas de las reivindicaciones embrionarias del 15M. En las elecciones generales de noviembre, ya se leían en los programas muchos guiños y la realidad política tiene un antes y un después sobre todo en tres aspectos:

1. La transparencia, donde se están poniendo las pilas (aunque habría que hacer más, pero ya se van viendo frutos)

2. El interés por la política (que no significa lo mismo que el interés por los políticos), participando en ella de una manera muy activa, tanto en la calle como en los canales abiertos por las administraciones para opinar y proponer, y sobre todo gracias a las redes sociales, hablando abiertamente de política sin miedo y con respeto.

3. La última noticia, la del “Código de Buenas Prácticas”, que incluye la dación en pago en el caso de las hipotecas, puede ayudar a unas 300.000 familias según las condiciones que ha marcado el gobierno. Esta es una reivindicación que está en el ADN del 15M, donde se han conseguido parar numerosos desahucios gracias a la presión ciudadana. No se ha conseguido la dación en pago para todas las hipotecas, pero se ha avanzado en un camino muy positivo, que implicará que la política de Responsabilidad Social Corporativa de los bancos, sea real y no maquillaje mediático.

Empezaremos a indignarnos, cuando veamos a algunos bancos que no se acojan a este código, y entonces quienes seamos valientes y coherentes con nuestro pensamiento, mostraremos nuestra indignación, cambiando de banco, yéndonos a los que si lo tengan en cuenta.