Leía ayer una entrevista en El Diario de Sevilla a Luis Uruñuela, el que fuera primer alcalde de Sevilla de la democracia. La frase que la encabeza es lapidaria: «Cuando un mandato dura más de ocho años llegan las malas prácticas».
Ni que decir tiene que si en vez de ocho son veinte los años de permanencia en el poder, el asunto se enquista en proporciones de bastante mayor magnitud.
Estas malas prácticas toman forma en el convencimiento de que los deseos del pueblo son los propios. Lo que lleva a saltarse a la torera los principios básicos que deben regir los principios de contratación pública: transparencia e igualdad. Los mismos se sustituyen por una única premisa: “yo mando y entra quien me convenga”. Máxima que es injusta y antidemocrática a partes iguales.
Al final lo que se produce es la separación entre los buenos y los malos. Entre los que me están conmigo “a muerte” y los que no. En definitiva se produce una visión sesgada de amigos y enemigos del régimen. Y claro, a los enemigos ni agua. Lo que pasa es que ese agua es de todos.
Ni participación en los medios de comunicación públicos que tienden a ser NO-Dos en versión moderna, ni diálogo. Solo imposición y descalificación en caso de discrepancia. El pensamiento único se impone. Ya lo dijo Guerra: “Quien se mueve no sale en la foto”.
Obviamente esa situación puede generarles un grave problema. Y es que ese pueblo al que dicen encarnar piense un día que ya está bien de estar siempre los mismos viviendo del dinero de todos (a veces entra alguno nuevo con un único afán de colocación inmediata).
Es por eso que en los días que han de tomarse como fiestas de la democracia como son las fechas de elecciones, la crispación esté latente. Incluso se ha llegado a dar el caso de que trabajadores del ayuntamiento (o sea, al servicio de todos los ciudadanos) salgan a insultar a las sedes de otros partidos.
Esos sucesos son igual de rechazables como de comprensibles: hay demasiado gente que se han llevado bastantes años sin conocer los sinsabores de la mayoría de sus paisanos, que han pasado por una oficina de Empleo o por el pateo de empresas llevandoles el currículum.
Como decía, puede que haya un día cercano en que se le de la vuelta a la tortilla. Y en lo que a mí respecta, yo desde luego haré porque no sea más tarde del año que viene.
AMEN
Ricardo, cuando salgas elegido como alcalde ¿te comprometerías a dejar la alcaldía a los 8 años por lo mucho que hayas mejorados Mairena?
Yo llevo 2 años con los estudios terminados y trabajando en algo que no es lo que he estudiado, gastando dinero de mi casa de donde no sobraba precisamente. No puedo quejarme viendo el panorama como está porque ya tendré tiempo de cambiar para mejorar.
No he estudiado ningunas oposiciones porque no quiero dedicar mas años de mi vida a estudiar sin seguridad de un puesto de trabajo, y por eso me llaman la atención otras oposiciones con el cien por cien de acierto.
Vaya chollazo. Todos los que estaban colocados a dedo en el ayuntamiento han cogido la plaza fija, ¿eso como se come?.
Algún truco debe haber. Me gustaría que alguien me lo explique porque yo me niego a ir con un carné en la boca pidiendo un tajo.
Estoy desengañado de politica, pero si alguien me da que pensar que va a cambiar este tinglao, dare la cara, sea Ricardo o quien sea.
Estimado Ricardo. En primer lugar felicitarle por su nuevo blog y darle ánimos para que su última frase se haga realidad. Son ya muchos los años en los que los mismos han estado «usurpando» el dinero público y es hora de un cambio. Espero sea usted la persona que encauce ese cambio.
Saludos.
Hola María. Dijo el dramaturgo Gabriel Marcel que cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive.
Efectivamente pienso que un cargo político, cualquiera no solo un alcalde, tiene que ver limitada la duración de su puesto para evitar lo que está pasando en Mairena. Y como lo pienso, lo digo. Y como, lo digo lo haré. Son las cosas de la coherencia.
Decirte también que no me bastará con decirlo, sino que quedará plasmado en un Manual de Buenas Prácticas Públicas, concebido como un compromiso con los ciudadanos de no abuso en el ejercicio de las funciones públicas.
Un saludo,
Ricardo.
Mi enhorabuena a Ricardo por la valentía de presentarse.
Primero decir que estoy totalmente deacuerdo con las ideas aquí expuestas. Yo también soy autónomo y me identifico mucho con sus tesis.
– Basta de politicuchos de carrera, que en lo único que piensan es en conservar su poltrona,
– Basta de clientelismo, amiguismo y nepotismo.
– Que sean los méritos y no las amistades las que decidan.
– Aprovechemos nuestros recursos, en nuestro pueblo tenemos gente muy preparada que son muy capaces de hacerlo muy bien.
Por todo ello, doy mi total apoyo a la candidatura.
Un saludo
José M.