Pilas, julio de 2013
En agradecimiento al pueblo de Mairena del Alcor, por su amabilidad, atenciones, entrega y generosidad, que han demostrado con total naturalidad y sencillez en cada una de sus acciones, sus gentes y la manera de expresar y sentir a una persona que dio lo mejor de sí, poniendo su saber hacer para el bien de los demás, a servir sin condiciones, a atender al necesitado y mostrando siempre su mejor disposición y compromiso desinteresado en el prójimo.
Quedémonos con su fuerza, con su ilusión, con su capacidad innata de trabajo y con su inmensa e inagotable fé. El orden, la constancia, el esfuerzo y el sacrificio, siempre por delante.
No hay lugar al reproche, la siembra de este siervo del Señor no ha hecho sino dar parte de sus frutos, su legado queda ahí, para quienes quieran conocerlo.
Si a alguien debió perdonar, ya lo hizo, mucho antes de su final, tan triste como inesperado.
La esperanza de un reencuentro próximo nos da fuerzas para seguir recorriendo el camino que nos queda.
Gracias, Mairena, su familia no os olvidará nunca, y ahí quedará para siempre con vosotros, como así lo quiso él, descanse en paz.
Familiares de Gómez Urbina.
Fuente: mairenadelalcor.org