17 de Abr de 2024

Mairenarian Pie (El día que la música murió…).

Famosa Canción de Don Mclean: AMERICAN PIE“A long, long time ago… I can´t still remember how that music used to me smile…”.Este es el comienzo de una de las canciones más famosas y curiosas de la historia: “American Pie”, que básicamente se centra en la añoranza de otros tiempos considerados mejores para su autor, los años 50 en Estados Unidos. Paralelamente, en nuestra situación actual, esta mezcla de deseo y melancolía no nos es ajena, y desgraciadamente parece in crescendo. De ahí el título: “Mairenerian Pie”.

Londres es la ciudad por excelencia en el mundo, probablemente. Tal es así que, a cada persona quela haya visitado y  le preguntes qué le ha llamado la atención, te ofrecerá sorprendentemente una contestación distinta y novedosa respecto a todas las demás y anteriores.

No fue el Palacio de Buckingham, ni la impresionante Abadía de Westmister, ni siquiera los cuidados parques en los que te puedes sentar en cualquier lado, tampoco el “Mind the gap” del altavoz del metro,…  Particularmente, desde mi espectro, lo más impresionante de la capital de Inglaterra es lo que se puede denominar el “aprecio por su propia cultura de las ciencias y las letras, a partes iguales, y manifestada en las calles”.

En Mairena, en España y en los países latinos el paseo por las calles evidencia una preponderancia significativa del reconocimiento a las letras y las artes. Mientras que las ciencias, debido a causas actualmente injustificadas, no son, ni están reconocidas como debieran.

Por centrarnos en Mairena, hay diversos monumentos, siendo los más famosos en reconocimiento a Miguel de Cervantes y al arte flamenco.  En cuanto a los nombres de las calles es curioso denotar cómo la dualidad ciencias-letras sólo existía en los programas antiguos del bachillerato, y nunca ha existido en la realidad cotidiana de la calle.

Para empezar, y no exhaustivamente, los escritores presentes en las calles de Mairena son: García Lorca, Alejandro Casona, Pablo Neruda, Rubén Darío, Lope de Vega, Blas de Otero, Borges, Miguel Delibes, Pío Baroja, Larra, Galdós, Pardo Bazán, M. Machado, A. Machado, Azorín, Gonzalo de Berceo, Alfonso Grosso, Unamuno, Blasco Ibáñez, Juan Ramón Jiménez, Alberti, Pedro Salinas, Góngora, Quevedo y Clarín. Subtotal: 25.

En cuanto a los filósofos aparecen: Averroes, Avicebrón y Ortega y Gasset. Subtotal: 3.

Los pintores presentes son: El Greco, Vázquez Díaz, Goya, Joan Miró, Capuletti, Sorolla, Zurbarán, Murillo, Valeriano Bécquer, Romero de Torres, Juan Gris, Gonzalo Bilbao. Subtotal: 12.

Total personajes de artes y letras: 40.

Los científicos y técnicos presentes en las calles de Mairena son: Isaac Peral, Echegaray, Ramón y Cajal y Arquitecto Luis Panea.

Total personajes de ciencias y técnica: 4.

Como habrán apreciado el balance es un tanto desigual. Además, sin entrar en mucho detalle, faltan numerosos científicos andaluces (sin mentar a los españoles y mundiales): Columela, Abbás Ibn Firnass, Maimónides, Monardes, Bartolomé de Medina, Alonso Barba, Bernabé Cobo, Daza, Antonio de Ulloa, Celestino Mutis, José McPherson, Emilio Herrera,… gracias a los cuales la vida actual no es la misma.

Políticos hay pocos, afortunadamente; pues estas decisiones generan una extrema controversia. Aún así están defensores de derechos como Blas Infante y Clara Campoamor, así como algún alcalde local anterior. Por otro lado, flamencos tampoco hay muchos, pese a la enorme afición y el increíble renombre de la localidad gracias a este aspecto.

En suma, este breve y no pormenorizado estudio sobre los nombres de las calles en Mairena denota las inquietudes culturales de aquellos que las pusieron y ponen. E indica, curiosamente, que con ese amor que tuvieron/tienen a las artes y a las letras no aparece ningún músico famoso presente en los nombres de las calles de nuestra localidad: ni Falla, ni Albéniz, ni Beethoven, ni Mozart, ni siquiera Rimsky-Korsakoff, al que le gustaba mucho Andalucía.

De esta forma se pueden explicar los más recientes acontecimientos: “El Ayuntamiento retira la pequeña subvención que ofrecía a las clases de Música municipales”. Así, este curso los estudiantes tendrán que pagar más de un 50% más sobre lo que venían pagan el año pasado, sin incluir el coste del instrumento musical (que cada uno se busque la vida). En suma, unos veintitantos euros mensuales, mínimo.

Además, sorprendentemente, y tras leer Mairena Información (NODO-2, noticiero con su peculiar y sesgada visión de Mairena y del resto del mundo, donde sólo aparecen, quienes aparecen y deben aparecer, inaugurando pantanos y similares), se contempla una foto de hace más de 12 meses, y donde el personal del Consistorio se fotografiaba para la posteridad, e incluso decía unas palabritas manifestando su apoyo incondicional al desarrollo de la Música en Mairena. Entonces, ¿en qué han quedado todas esas buenas intenciones cuando este año no acudió nadie? En fin, ¿para qué?… la Música no existe, ni siquiera tiene calles en Mairena.

Conclusión: El vulgo, en nuestro desconocimiento e inconsciencia, consideramos que:”aquí hay dinero para lo que hay dinero. Para La Música y otros vicios, no”. Por cierto, también observamos con estupefacción como Mairena Información tiene una difusión de 5.000 ejemplares gratuitos y a todo color, o sea CINCO MIL EJEMPLARES y GRATIS. Y todavía quedará alguna persona sana que considere que hay crisis. Pues bien, y así la gente, en general y particular, se pregunta:” ¿de dónde sale todo ese dinero para que esa publicación sea gratuita?¿No sería mejor reconducir esos ingresos y emplear esos esfuerzos en potenciar la Música u otras acciones más productivas en Mairena?”.

A principios de los años 70 se puso de moda una canción que todavía no nos ha abandonado y que será, sin duda, una referencia de nuestra época en tiempos posteriores: “American pie”. Es una alegoría llena de metáforas, misteriosamente algunas sin descifrar, sobre la vida en la época dorada de los Estados Unidos y de paso sobre la Música popular que dio origen al rock and roll. Aparte de un merecido homenaje a Buddy Holly,  el reflejo de su extensa letra es la añoranza de unos tiempos pasados y considerados mejor avenidos, haciendo hincapié en que existió un día en que la música murió: “ The day the Music died”.

Afortunadamente, y gracias al equipo de la Banda de Música de Mairena, el muerto sigue vivo. Aparte, del esfuerzo de varias decenas de padres/madres  interesados en la formación de sus hijos/as y que están dispuestos a proporcionarles la mejor instrucción musical, creando un poso que redunde para beneficios posteriores. Tras varios años asistiendo a los avances del alumnado de las aulas de Música en Mairena se me pone la piel de gallina al analizar el esfuerzo cotidiano de toda esa gente que, tras su jornada estudiantil y/o laboral tiene reaños para ponerse a estudiar música e intentar que salga algo decente por la embocadura de su instrumento. Sin ánimo de ser injusto, creo que toda esa élite de paisanos/as se merece todo el apoyo posible. Sobre todo, los más pequeños.

“Bye,bye, Mairenerian pie…the day the music died”.  Or almost. (El día que la música murió…o casi).

Autor: Manuel Bohórquez

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